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9/28/2010

Africa y electro 2 y electro 1***La ensalada*

Hoy llueve, en este momento, infernalmente o casi en forma divertida, según como uno quiera verlo por este lugar....así que algo que no tiene nada que ver con nada...una ensalada sin frutas de electro y África, dos temas que nada tienen que ver uno con otro, salvo en el desamparo. picamiel








Africa
proyecto censurado 2011, el capitalismo hace estragos en Africa
La explotación de recursos naturales en África no es nueva, pero la actual escala de usurpación de tierras agrícolas en las naciones africanas no tiene precedentes, convirtiéndose en la nueva colonización del siglo XXI, en connivencia con los gobiernos locales. La violencia del Estado contra pastores nómadas indígenas de Kenya y civiles nigerianos en regiones ricas en petróleo aumenta al precio de miles de muertos, incluyendo comunidades enteras arrasadas por quemas militares de tierra, mientras la policía incurre en ejecuciones extra judiciales, violaciones, palizas, hurtos, incendios provocados e intimidación.

El “gancho usurpador” de tierra africana: En medio de una severa crisis alimentaria y económica, la tendencia a apoderarse de tierras crece como fenómeno internacional. La expresión “gancho usurpador” (land grab) de la tierra alude la compra o arriendo de extensas zonas agrícolas por parte de naciones más ricas, inseguridad alimentaria de los pueblos e inversión privada de los países desarrollados que aumenta la pobreza local con el cultivo de alimentos de exportación. Desde mediados de 2008 se han reportado aproximadamente 180 transacciones de tierra, mientras las grandes potencias siguen ampliando su control sobre los suelos que producen comida, y los inversionistas se orientan a obtener mayores beneficios en biocombustibles mediante intensivos cultivos de commodities agrícolas.

¿Por qué África? Porque se estima que ya está utilizado el 90% de la tierra cultivable del mundo. La búsqueda por más tierras se trasladó a los países menos tocados por el desarrollo, y ésos están en África. La apropiación acelerada de tierra africana fue gatillada por la escasez mundial de alimentos que siguió a los extraordinarios aumentos del precio del petróleo en 2008, la escasez de agua cada vez mayor y la insistencia de la Unión Europea en que antes del 2015 el 10% de toda la energía utilizada por el transporte provenga de plantas de biocombustibles. Devlin Kuyek, investigador de Montreal, dijo que la inversión en África ahora fue vista por muchos gobiernos como una nueva estrategia de suministro de alimentos. “Los países ricos no sólo están mirando a África como un lugar rentable para sacar utilidades, sino también como una póliza de seguro. La tierra se ha hecho atractiva por la conjunción de escasez y disturbios por hambre en 28 países durante 2008, el decreciente abastecimiento de agua, el cambio de clima y el enorme crecimiento demográfico. África tiene la mayor parte de la tierra y… barata, en comparación con otros continentes”, dijo.

Una investigación del Observer estima que en los últimos años ya se han adquirido hasta 50 millones de hectáreas de tierra, o está en vías de negociación entre los gobiernos y los inversionistas ricos que trabajan con subvenciones estatales. Por ejemplo, Etiopía es uno de los países más hambrientos del mundo, con más de 13 millones de personas que necesitan ayuda alimentaria, y, paradójicamente, su gobierno está ofreciendo por lo menos tres millones de hectáreas de su tierra más fértil a los países desarrollados, y a algunos de los individuos más ricos del mundo, para producir y exportar alimentación destinada a su propia gente.

La tendencia a apoderarse de África está siendo caracterizada por muchos como la nueva colonización del siglo XXI. Oromia, en Etiopía, es uno de los centros de la voracidad por la tierra africana. Haile Hirpa, presidente de la asociación de estudios de Oromia, en una carta de protesta al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que la India había adquirido un millón de hectáreas, Djibouti 10.000 hectáreas, Arabia Saudita 100.000 hectáreas, y que están haciendo compras de tierras inversores egipcios, surcoreanos, chinos, nigerianos y árabes. “Los saudíes están disfrutando de la cosecha del arroz, mientras la gente de Oromia está muriéndose de hambre artificial, como denunciamos”, dijo.

Liderando el saqueo internacional de negocios agrícolas africanos se encuentran bancos de inversión, fondos de cobertura, comerciantes de materias primas y fondos soberanos que atesoran riqueza, así como fondos de jubilación británicos, y fundaciones e individuos atraídos por obtener algo de la tierra más barata del mundo. Juntos están perjudicando a Sudán, Kenya, Nigeria, Tanzania, Malawi, Etiopía, Congo, Zambia, Uganda, Madagascar, Zimbabwe, Malí, Sierra Leona, Ghana y otras naciones africanas. Solamente Etiopía aprobó 815 proyectos agrícolas extranjeros desde 2007. Cualquier tierra que allí los inversionistas no hayan podido comprar, se está arrendando por aproximadamente un dólar al año la hectárea.

Arabia Saudita, junto con otros estados y emiratos del Oriente Medio, tales como Qatar, Kuwait y Abu Dhabi, probablemente sean los compradores más grandes. En 2008 el gobierno saudita, que era uno de los cultivadores de trigo más grandes del Oriente Medio, anunció que reducirá su producción de cereal nacional en 12% al año para conservar su agua. Destinó 5 mil millones de dólares para financiar préstamos a tarifas preferenciales a las compañías sauditas que quisieran invertir en países con fuerte potencial agrícola.

Lorenzo Cotula, un autor crítico de este control de la tierra e investigador senior del Instituto Internacional para el Ambiente y Desarrollo, fue co-autor de un informe sobre intercambios de tierras africanas con fondos de la ONU. Dijo que mientras se mantuvieran tratos bien estructurados se podría garantizar el empleo, mejores infraestructuras y cosechas, pero advirtió que la nueva situación podría causar graves daños, especialmente si excluye a la gente local de las decisiones sobre asignación de la tierra y si no han sido protegidos sus derechos de tierra. La preocupación de Cotula resulta válida respecto a los derechos humanos de la gente africana que serán afectados. Según Kuyek, el investigador de Montreal, a menudo son vergonzosos los detalles de los acuerdos sobre tierras, negociados generalmente por altos funcionarios del gobierno y a espaldas de los campesinos locales. Y en muchos casos, la tierra que los funcionarios han calificado “in-usable”, realmente fue cultivada siempre por los campesinos locales, de manera tradicional, para proporcionar comida y agua a sus comunidades.

El ecologista indio Vandana Shiva sostiene que la agricultura industrial a gran escala no sólo arrebata su tierra a la gente campesina, sino también aplica sustancias químicas, pesticidas, herbicidas, fertilizantes, uso intensivo del agua, transporte, almacenamiento y distribución en grande, que juntos convierten el paisaje en enormes plantaciones de mono cultivo. “Estamos viendo el despojo en una escala masiva. Significa que hay menos comida disponible y la gente local tendrá menos. Habrá más conflictos e inestabilidad política y serán desarraigadas las culturas locales. Los pequeños campesinos de África son la base de la seguridad alimentaria. Disminuirá la disponibilidad de comida en el planeta”, dijo.
Para muchos, la apropiación de la tierra aparece como otra oleada más de exacción de recursos africanos en beneficio de gobiernos extranjeros y grandes corporaciones a expensas del pueblo del continente negro y de pequeños granjeros. El Instituto Internacional para el Desarrollo Sustentable y el Banco Mundial apoyaron informes recomendando que “financiar a pequeños granjeros es la manera más razonable y mayormente apropiada de invertir en sistemas de alimentación”, dijo Kuyek. “Pero aquí solamente estamos consiguiendo agricultura industrial a gran escala”.

Biotecnologías agrícolas. Históricamente, con la gran agricultura industrial aparece la expansión de biotecnologías agrícolas occidentales. La introducción de organismos genético modificados (GMOs) en EEUU y otros países primariamente ha beneficiado el pago de patentes a las grandes compañías, mientras crea la dependencia del granjero de los fertilizantes químicos y de los pesticidas producidos por unas pocas corporaciones de EEUU, cuyo uso perjudica la salud humana, la calidad del suelo y el ambiente.
Un complejo consorcio de corporaciones multinacionales, financiado con dólares del contribuyente estadounidense vía USAID (Agencia Internacional de Desarrollo de EEUU), intenta fomentar los objetivos de la biotecnología en el extranjero, especialmente en África, donde Kenia, Malí, Nigeria, Sudáfrica, Uganda y Zambia fueron elegidos como terrenos de pruebas para esta estrategia. Los beneficiarios obvios de tal desarrollo internacional son el puñado de corporaciones que poseen las patentes y la tecnología, y que producen los herbicidas y pesticidas requeridos por el uso de tales semillas. Mientras la biotecnología promete tolerancia a la sequía y producciones anuales más altas, ahora hay respuestas reales disponibles, como variedades tolerantes a la sequía y adecuadas a ciertas áreas que se crían naturalmente; ciencia que se centra en la construcción de calidad del suelo y otorgándole capacidad para que retenga más agua; o soluciones de “empuje y tirón” que tratan naturalmente a los parásitos, atrayendo insectos beneficiosos o plantando especies compatibles que actúan como trampas para esos parásitos.

Recientemente, el G-8 prometió 20 mil millones de dólares en ayuda para promover la seguridad alimentaria en África, pero los consejeros de la administración actual, amistosos hacia la biotecnología corporativa, probablemente dirigirán esos fondos a las corporaciones multinacionales que promueven biotecnologías y adquisición de tierra. Estas estrategias han conducido a la extracción adicional del recurso tierra africano y a empobrecer la base real de la seguridad alimentaria, que es la inversión en pequeños campesinos de África.

Petróleo, causa subyacente en los ataques de policía y militares contra civiles en Nigeria y Kenya:

Kenya: Durante 2009 y 2010, el gobierno keniano lanzó una brutal campaña de violencia contra el pueblo indígena samburu, en el norte-central del país. Las fuerzas de policía de Kenia condujeron asaltos armados contra por lo menos diez comunidades de pastores nómadas samburu, en Samburu Este y Distritos Isiolo, cometieron asesinatos extrajudiciales, violaciones, palizas, hurtos, incendios provocados y múltiples formas de intimidación. Tales acciones han provocado sufrimientos entre el pueblo samburu, por muertes, lesiones, terror, dislocación, dificultad económica, pérdida de la propiedad y vulnerabilidad ante la enfermedad y el hambre. Estos crímenes se han denunciado y se ha protestado, pero el gobierno de Kenia no ha tomado ninguna medida para investigar o procesar a los oficiales culpables o a sus superiores. Mientras la policía dice que las operaciones en Isiolo y Samburu fueron realizadas para llevar mayor seguridad a la región, un oficial del ejército de Kenya se arriesgó a filtrar documentos donde se sugiere que esta campaña en curso pretende forzar al pueblo samburu a abandonar su forma de vida pastoral. Otro motivo para la agresión contra los samburu fue sugerido el 12 de octubre, cuando el gobierno keniano anunció haber otorgado un arriendo por 26 millones de dólares para que una empresa china perfore en busca de petróleo a 24 km de Post de Archer, una de las áreas más afectadas por la violencia y las incautaciones de ganado. Éste es el primero de 18 contratos que el gobierno negocia con empresas petroleras chinas.

Nigeria: El ejército nigeriano ha realizado ataques de helicóptero y cañoneos por tierra, aire y mar en el Delta del Níger, rico en petróleo. Los informes indican que pudieron haber muerto centenares, o posiblemente miles, de civiles nigerianos, a la vez que se reportaron quemas de tierras de pueblos enteros. Se informó que los militares nigerianos realizaron ataques en el Delta del Níger, en un esfuerzo para expulsar a los grupos que viven en la región y llevan décadas protestando contra la explotación ambiental, destrucción y violaciones de los derechos humanos, incluyendo la tortura y ejecución de líderes como Ken Saro-Wiwa y otros ocho activistas nigerianos. Fueron desplazados 30.000 civiles, sin adecuada comida ni agua, y las agencias de ayuda se han borrado de la región.

Por años, los grupos de activistas en el Delta del Níger han abogado por la distribución justa de la riqueza del petróleo entre las comunidades locales de la empobrecida región. Uno de los principales grupos del Delta, el Movimiento por la Emancipación del Delta del Níger, conocido como MEND, declaró una guerra al petróleo y amenazó a todos los buques de la industria internacional que se acerquen a la región. El 80% de la extracción de petróleo de Nigeria está en el Delta del Níger. Las empresas petroleras importantes que operan en el área -Shell y Chevron- han logrado beneficios récords en estos últimos años. Con todo, el Delta del Níger, rico en petróleo, sigue siendo cada vez más pobre, sin escuelas, carente de instalaciones de salud y sin infraestructura básica. La mayoría de los alimentos que consume la región son importados, debido a décadas de contaminación del agua y del suelo por parte de las corporaciones de petróleo y gas que operan en la región. Así, el bloqueo militar significa, en última instancia, el hambre para millares de personas.

Actualización de John Schertow

En los meses posteriores a este informe, las fuerzas de policía kenianas realizaron otros dos completos ataques más contra los pastores nómadas de Samburu, uno de los 7 pueblos indígenas distintos de Kenia. Estos ataques no fueron provocados, como los que ocurrieron en 2009.

Por siglos, los pueblos indígenas han competido entre ellos por los escasos recursos hídricos, para mantener vivo al ganado en tiempos de sequía, para proteger los pastos con que alimentan a sus animales y para ganar el favor de sus comunidades. Pero en los últimos 15 años, los traficantes de armas penetraron estas comunidades, transformando en violencia innecesaria la lucha tradicional de los pueblos indígenas por la supervivencia y la dignidad.

El gobierno ordenó a la policía incautar las armas ilegales y restaurar paz y estabilidad a la región. Sin embargo, una vez que ésta llegó, la policía criminalizó inmediatamente a los Samburu y comenzó a atacar sus pueblos, a robar sus posesiones y a confiscar su ganado.

“La intrusión brutal… [tiene] alterada y desmontada nuestra historia oral. Nunca seremos iguales otra vez”, indicó Michael Lolwerikoi, en una sentida carta en nombre del pueblo samburu al grupo de Supervivencia Cultural (CS, por su sigla en inglés) establecido en EEUU.

En enero de 2010, el CS envió una delegación a investigar pruebas de los ataques. Habían estado recibiendo informes de África desde febrero de 2009. La delegación de investigación no pudo verificar algunos informes, incluyendo aquellos referentes a los militares, pero después de pasar dos semanas en Kenia les quedó clara la razón del “estado de limbo” de los samburu, y en abril de 2010 publicaron el informe sobre los resultados de su trbajo: “Cuando los Policías son los Perpetradores” (When the Police are the Perpetrators).

La reciente visita de la ONG a Kenia desempeñó un papel clave en la terminación de los ataques innecesarios contra el pueblo samburu. Después que el ministro de seguridad interna de Kenia recibiera su informe, ordenaron a la policía detener el uso de la fuerza y conducir pacíficamente la operación de desarme. Desde entonces, el CS dice que no hubo otros ataques a escala masiva contra los samburu.

Sin embargo, todavía hay sitio para que la historia se repita. “Es algo que claramente necesita de la presión internacional, porque la policía continúa disfrutando de impunidad en Kenia”, comentó Paula Palmer, miembro de la delegación de investigación y una de las autoras del informe.

Igualmente existe una necesidad de exposición internacional, y nunca hubo ninguna cobertura importante de estos acontecimientos trágicos. Palmer dijo que han intentado interesar a periodistas del Guardian, del New York Times y de otros medios; pero ningunos ha respondido. “Lo ocurrido durante la violencia post elecciones comenzó a investigarse por la Corte Internacional de Justicia”, añadió

En cuanto a la etnia samburu, están pidiendo que el gobierno la compense por sus granes pérdidas. Y, junto con los borana, rendille, turkana, somalí, meru y pokot, quieren construir una paz duradera en la región con la ayuda de sus Ancianos Tradicionales. Y todos están impacientes por librarse de las armas. “Es algo que todos desean”, dijo Palmer. Para más información y saber qué hacer para ayudar, visitar www.culturalsurvival.org.

Fuentes que contribuyeron:
- Paula Palmer y Chris Allan, Delegación de Investigación de Derechos Humanos de Kenia, “When the Police are the Perpetrators: An Investigation of Human Rights Violations by Police in Samburu East and Isiolo Districts [Kenya],” April 21, 2010,http://www.culturalsurvival.org/files/Samburu%20Report%20Final%205-5-2010.pdf
- Shepard Daniel con Anuradha Mittal, “The Great Land Grab: Rush for World’s Farmland Threatens Food Security for the Poor”, The Oakland Institute, Oakland, CAinfo@oaklandinstitute.org, www.oaklandinstitute.org

Cobertura corporativa:
- Andrew Rice, “Is There Such a Thing as Agro-Imperialism?” New York Times, November 16, 2009, http://www.nytimes.com/2009/11/22/magazine/22land-t.html

Fuentes:
- John Vidal, “Food, water driving 21st-century African land grab,” Mail & Guardian, March 7, 2010, http://www.mg.co.za/article/2010-03-07-food-water-driving-21stcentury-african-land-grab
- Paul Crossfield, “Food Security in Africa: Will Obama Let USAID’s Genetically Modified Trojan Horse Ride Again?” August 6, 2009,http://civileats.com/2009/08/06/will-obama-let-the-usaid-genetically-modified-trojan-horse-ride-again
- Thalif Deen, “Land Grabs for Food Production Under Fire. United Nations,” Inter Press Service, October 23, 2009, http://ipsnews.net/news.asp?idnews=48979
- Stephanie Hanes “Africa: from famine to the world's next breadbasket? Foreign interests buy up cheap agricultural land across Africa to grow tomorrow's food. But will any of it benefit Africans?” Christian Science Monitor, December 17, 2009,http://cristiansciencemonitor.com/World/Global-Issues/2009/1231/Af...ne-to-the-world-s-next-breadbasket


9/13/2010

El “50 y 50”, o la mitad es para Moyano


¿Qué hay de cierto en eso de que van a pedir participación en las utilidades?-, preguntó un miembro de la corporación patronal al jefe de la CGT.


–Son boludeces de Recalde- le contestó Hugo Moyano. Se equivocaba: era Néstor Kirchner quien había alentado al abogado laboralista para que desempolvara el proyecto y lo pusiera en agenda. “Hay que profundizar el modelo”, dijo el ex presidente.

La CGT lo celebró con moderación. Los sindicalistas saben que el artículo 14 bis de la Constitución, además de reconocer el derecho de los trabajadores a participar en las ganancias de las empresas, sanciona la facultad de adherir a “una organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial”. La aplicación del artículo, hijo de la obstinación de Crisólogo Larralde, podría abrir un curso de agua descomunal en la concepción justicialista del sindicato único.

Kirchner no pretendió ocultar que su mano estaba detrás de la actualización de la iniciativa. La respaldó y con una frase que sembró incertidumbres: “La Argentina debe volver a 1974, cuando la distribución era de 50 y 50”.
Son pocos los que recuerdan aquella etapa por la participación de los salarios en la renta nacional y muchos más los que se estremecen al pensarla como uno de los períodos más oscuros y sangrientos de la Argentina contemporánea. Sólo a Kirchner se le podría haber ocurrido formular semejante expresión de deseos. Porque el “50 y 50” no había llegado solo. Era parte de un combo que incluía la ofensiva del sindicalismo ortodoxo sobre la vida política y las expresiones gremiales autónomas.

El metalúrgico Victorio Calabró había reemplazado a Oscar Bidegain en la gobernación de Buenos Aires, la modificación de la Ley de Asociaciones Profesionales permitía la intrusión de la CGT y las federaciones en la vida de los organismos de primer grado, se había dictado la intervención a la Federación Gráfica Bonaerense, comandada por Raimundo Ongaro, y a la regional Córdoba de SMATA, dirigida por sectores clasistas. Con el visto bueno de los sindicalistas Oscar Ivanissevich regenteaba Educación y Alberto Ottalagano conducía con el breviario mussoliniano los destinos de la universidad.

Estatizados con la excusa del reclamo gremial, los canales de televisión se transformaron en coto de caza del lopezreguismo: Juan Carlos Rousselot aterrizó en el 7 y Jorge Conti en el 11. Como producto del mismo embate se instaló en las oficinas del 9 un director artístico llamado Osvaldo Papaleo y la Triple A firmaba sus asesinatos más resonantes.

Es verdad que aquel esquema de poder no disgustaba a los Kirchner, que el 1° de mayo del año de marras se ubicaron bien lejos de las columnas montoneras que cubrían la plaza. Cuando desde el sector que ocupaban las “formaciones especiales” comenzó a subir la consigna que interpelaba “qué pasa/qué pasa, general/ que está lleno de gorilas/el gobierno popular”, el joven estudiante patagónico le preguntó, asombrado, a su novia: “¿Qué les picó a estos pibes? ¿Se quieren enfrentar a Perón?”.

La reivindicación de aquellos tiempos fatídicos, entonces, no es ingenua y está llena de sentidos para el que la escuche con atención. Tal vez sea la admisión por parte de Kirchner de que, de aquí en más, el poder deberá compartirse en un “50 y 50” con quien ha garantizado la paz social y los techos salariales, el único dirigente al que teme y respeta y al que le ha entregado en bandeja y “malgré lui” el control del justicialismo bonaerense, la llave de la felicidad electoral. Todo no se puede.

El fantasma del camionero desvela a los caciques bonaerenses, preocupados por su presumible intromisión en las listas distritales y jaqueados por las exigencias de Covelia, la empresa de recolección que todos le atribuyen y cuyos negocios, como una mancha de aceite, se extienden por los partidos de San Miguel, Lomas de Zamora, 3 de Febrero, Escobar, Lanús.
Para evitar su cercanía prefieren prorrogar los contratos que mantienen con otras firmas y evitar llamados a licitación que le abran la puerta a la voracidad de Covelia.

Es que los jefes comunales se miran, horrorizados, en el espejo de municipio de Esteban Echeverría, que hace dos años vio sus calles convertidas en un vertedero durante las semanas que duró la huelga de los recolectores de la empresa: está en condiciones de ninguno de resisitir la puesta en marcha de un “golpe de la basura”. Si el proyecto de Héctor Recalde se concreta, quizás Covelia se cuente entre las compañías obligadas a abrir sus balances y distribuir entre su plantilla el 10 por ciento de las ganancias. Al fin de cuentas, es una potencia, pese a que su socio fundador, Marcelo Adrián Arenales, sea poco menos que un indigente.

Por ahora, a la irresistible ascensión de Moyano sólo la amenazan los expedientes que el juez federal Claudio Bonadio apila en su despacho. El magistrado viene resistiendo con éxito las presiones de Norberto Oyarbide, que pretende unificar en su juzgado las causas que involucran a droguerías, farmacias y obras sociales en el negocio de los medicamentos adulterados. Bonadio, aseguran, estaría estudiando decisiones que podrían poner en serias dificultades al hombre del momento.

Susana Viau

9/02/2010

Ramona, la que estalló




Ramona, la que estalló


(APe).- Nadie supo que existía Ramona Olima hasta que estalló. Y el diario digital de La Rioja subió en cuatro líneas su tragedia a la red. No más que cuatro líneas. Sin edad ni hijos ni historia. Sólo Ramona Olima, un nombre como de Juan Rulfo, parienta de Pedro Páramo.

Dice la noticia, apenas cuatro líneas en Radio Fénix, que en uno de los últimos días de agosto Ramona Olima -del barrio 20 de Mayo, aclara la noticia porque seguramente el barrio identifica más que la huella de su dedo pulgar- entró en crisis de nervios. La parquedad informativa obliga a uno a imaginar una crisis de nervios de Ramona Olima. Tal vez haya agitado sus brazos al cielo. O gritado ante las máscaras de los mostradores. O pateado alguna mesa de entradas. O acaso simplemente haya mirado al cielo y preguntado por qué. Es que Ramona Olima se había pasado el día buscando ayuda.

Dice la apretadísima síntesis que presentaba graves problemas de alimentación. Tal vez estuviera desnutrida. O anémica. O se le veían los huesos cuando golpeaba las puertas que nunca se abrieron. La única verdad es que Ramona Olima tenía hambre. Fue a golpear puertas por hambre. Hacia aquí y hacia allá le señalaban los dedos como flechas. Como en una película animada. Donde ella era el dibujo destinado a la pirueta. De la secretaría a la dirección, de la dirección al ministerio, del ministerio a la casa de gobierno, de la casa de gobierno al municipio. Y en el Municipio un muro. Entonces Ramona Olima estalló.

No se enteró ella de los índices oficiales de pobreza e indigencia porque ella, que no tiene historia ni hijos ni otra vida que las cuatro líneas en Radio Fénix de La Rioja, anda golpeando puertas y puertas porque tiene hambre. Ni sabe ella que el INDEC de nariz larguísima dice que sigue bajando la pobreza y la indigencia en el país. Pero tampoco sabe Ramona que ella no vive en el país. Vive en el NorEsteArgentino. El NEA, lo abrevian. Tan pobre y afuera como el NOA. Apenas troqueles del país. Apenas un rasguido con los dedos y se caen.

En esas regiones -ignora ella- la ciudad más castigada es Santiago del Estero. Donde el 23,7 % es pobre. Después, Jujuy-Palpalá, con un 17,3 %. Catamarca con 17,2%. Tucumán-Tafi Viejo con 15,6% por ciento y La Rioja, con el 14,2%. Ahí -sin que se entere siquiera-, en ese último número, está incluida Ramona Olima. La mujer sin edad, sin hijos, sin casa, sin más identidad que ese nombre, la mujer que tenía hambre. La mujer que estalló.

En el Noreste -en ese pedazo del país donde anda ella golpeando puertas- la tasa de pobreza es del 23,5 por ciento. Veintitrés y medio de cada cien es pobre o indigente. Ella está dentro de ese número que no dice nada en sí mismo, que no tiene color de pelo ni olor de piel ni pasado en el almanaque ni hambre en el ahora. Un número como hielo, como acero, como vidrio. Que no habla de ella aunque la incluye. No dice Ramona Olima es pobre o indigente. Dice que veintitrés y medio de cada cien. Y ella es una de ésos. Que fue a golpear puertas un buen mal día de los confines de agosto. Hasta que entró en crisis de nervios. Y estalló.

Lo publicó en cuatro líneas Radio Fénix en la página web a la que entra cualquiera, de Esquel a Palpalá. De Jamaica a Lisboa. Y todos la ven y se enteran de Ramona Olima, la mujer que no tiene edad ni hijos ni historia, que tiene hambre en la emergencia del hoy.

Esa mujer, un día de los fines de agosto, estalló.

Fuentes de datos:
Radios Fénix de La Rioja y Provincia de La Rioja

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